Este hotel rural con encanto se alza en una casa señorial del siglo XVIII, rehabilitado con mucho gusto, en una finca de 12 hectáreas con jardín, piscina y zona de juegos. La mitad del terreno está en explotación agraria.
En el interior se encuentra una sala polivalente con chimenea y zona de masajes.
Sus 12 habitaciones se han decorado de un modo personalizado y están bautizadas con nombre de grandes compositores, ofrecen vistas al mar o al campo. Existen amplias habitaciones que pueden acoger una o dos camas supletorias.
El restaurante gastronómico sirve una cocina mestizaje de recetas tradicionales con toques vanguardistas, dispone de amplia carta de vinos donde no faltan vinos de Menorca.
Junto a la piscina puede disfrutarse de un brunch ligero a base de snacks, ensaladas o hamburguesas. En la zona chill out se sirve copas premium, combinados o una auténtica "sa pomada".
Desde el hotel podrá acceder a diversas rutas de senderismo y adentrarse en el "camí de cavalls" que recorre el litoral de la isla.