En la primera planta de una tradicional casa montañesa rehabilitada en piedra y madera se encuentra este acogedor apartamento rural de 36 m², al frente el lago y los amplios jardines privados. Dispone de cocina, baño con ducha y una confortable habitación de matrimonio. Su salón con ventanales acristalados hacen de éste un rincón especialmente cálido y luminoso. Junto a su entrada dispone de una exclusiva terraza con muebles de exterior y vistas al entorno de la finca.