El molino harinero de la finca ha sido rehabilitado en una acogedora casa de campo independiente rodeada de amplios jardines, con el encanto de mantener intacta su maquinaria y sus piedras originales de molienda. Su interior está repartido en 55 m²; la habitación de matrimonio se encuentra separada del salón con chimenea de leña por una celosía de madera. El baño y la cocina son espacios independientes, esta última con salida directa al jardín y al porche cubierto con muebles de exterior, desde donde podrás disfrutar de unas maravillosas vistas al lago y a la cascada de la finca.