Este viejo molino se ha convertido en una casa de campo renovada, con un look moderno, un auténtico paraíso alejado del mundo. La propiedad celebra los cimientos de un antiguo molino junto con la comodidad de los lujos modernos. Decorado en una paleta de blancos y negros muy chic, contrasta y coexiste con la exuberante vegetación de su entorno silvestre. Esta casa junto al río se ha construido como el refugio ideal para una familia. Está equipada con un dormitorio principal para dos personas con vistas al río Ebro, otros dos dormitorios con cama doble y otro con cama individual, una cocina familiar y dos baños. El interior tiene una atmósfera íntima y tranquila, con una romántica cama con baldaquín, arte moderno, y el indispensable escritorio para el poeta que llevas dentro. El exterior tiene el encanto de un paraíso lejano. Incluye dos islas privadas, fuentes y la magia inacabable del fluir del río.