Rodeado de un paraje natural entre encinas y el río Voltoya, se encuentra este pequeño y acogedor hotel rural de 3 habitaciones, ubicado en un antiguo molino de agua que data de principios del siglo XVIII.
En el interior se encuentra un cálido salón con chimenea y biblioteca.
Sus habitaciones han sido decoradas de un modo personalizado y bautizadas con el nombre de tres estaciones del año, sus paredes de piedra y vigería de madera hacen de cada estancia un lugar romántico, único y especial, existe un dormitorio con cama dosel.
Ávila queda a 30 minutos en coche y Madrid se encuentra a 120 km.