El rey Felipe IV ordenó construir esta fortaleza en 1624 para proteger la ciudad de Málaga. 300 años después el Conde Mieres decidió construir una vivienda al lado de la fortaleza que ya estaba en desuso.
Hoy esta edificación alberga un acogedor hotel monumento que está declarado bien de interés cultural; con 3.500 m² de jardín, terrazas y zonas comunes.
Sus 8 habitaciones están decoradas en un estilo boutique, con muebles señoriales y elegantes, combinando tejidos y madera con preciosos azulejos y mármol. Cada dormitorio se ha decorado en un estilo personalizado con suelos hidráulicos y sistema de climatización independiente.
Situado una de las zonas residenciales más exclusivas de Málaga, El Limonar, a escasos minutos de la playa Caleta y a 2 km. del centro y del Museo Picasso.