En el entorno natural de La Breña, frente al mar, encontramos este hotel familiar con jardín con piscina y zona de hamacas.
Sus habitaciones están decoradas en un estilo cálido y minimalista, existen suites de 35 m² y en la planta superior hay sus románticos áticos abuhardillados que disponen de una pequeña terraza con vistas de lujo al mar o al parque natural de La Breña.
Se ofrece un extraordinario desayuno elaborado con productos de proximidad.
El restaurante del hotel dispone de terraza con vistas a la playa y ofrece una cocina de mercado que se adapta a cada temporada, elaborada con materia prima de alta calidad, donde no falta el atún de Almadraba.
Su ubicación es excelente para practicar diversidad de actividades náuticas y acuáticas, puede disfrutarse de una salida a observar cetáceos y delfines o adentrarse al parque natural y disfrutar de una ruta de senderismo, bicicleta o montar a caballo.