Este tranquilo hotel rural se ubica en una antigua casa de payés rehabilitada en el 2007, respetando su carácter ibicenco, con paredes blancas, madera y piedra. En el interior se encuentra el Trull (molino de aceite) con el que hace más de 300 años se hacía el aceite.
Rodeado de naturaleza con variedad de árboles autóctonos como almendros, higueras y olivos; en este entorno se encuentra la piscina con unas vistas que invitan al descanso.
Las habitaciones de este hotel rural son amplias, cálidas, con techos de vigas de madera y decoración en tonos blancos, todos los dormitorios disponen de jardín privado o porche y DVD y reproductor USB/MP3.
En el interior nos acoge un bonito salón de lectura con chimenea y biblioteca.
En el restaurante se puede degustar una exquisita cocina ibicenca y disfrutar de la noche en la isla en su magnífica terraza.
Se ofrece servicio de alquiler de vehículos, embarcaciones, actividades acuáticas, equitación o senderismo.
Este hotel se encuentra a tan sólo 1 km. de la ciudad de Ibiza.