En el centro histórico de Girona, a 150 m. de la Catedral y del barrio judío, en un edificio del siglo XVII se encuentra este pequeño hotel.
Las habitaciones son singulares por la convivencia de toques rústicos con decoración más moderna, funcional y elegante. Las habitaciones están especialmente diseñadas para disfrutar del relax tras una jornada de trabajo, también dispone de habitaciones familiares y un dúplex para 4 personas, hay habitaciones más románticas con techos abuhardillados.
En el bar se puede tomar toda clase de cócteles y se sirve el desayuno.
Para los más pequeños proporcionan los magic toys, para asegurar que ellos también disfruten de su estancia en este hotel, además dispone de servicio de canguro.