Entre el Camino Francés y el Camino del Norte encontramos este moderno y acogedor hotel con encanto, un remanso de paz y desconexión.
A Curuxa se compone de diversas edificaciones modernas que integran el restaurante, las suites y una pequeña zona de spa wellness, en una finca de 2.500m² con jardín y piscina con chorros cervicales que abre en temporada.
El Spa dispone de jacuzzi, sauna, ducha de contraste y cabina para tratamientos y masajes.
Sus habitaciones están decoradas en un estilo vanguardista, cálido y acogedor, con salida a terraza.
Se ofrece desayuno y cenas elaboradas con productos gallegos de calidad.
Arzúa queda a 38 km. de Santiago de Compostela y a 67 de A Coruña y Lugo.